
La primera línea de tratamiento es usualmente medicación dopaminérgica para mantenerte en estado ON, pero se sugiere que hay un componente cognitivo en el freezing que la medicación y la estimulación cerebral profunda no resuelven. Así, la mejor opción de tratamiento a largo plazo es no-farmacéutico, no-invasivo, y concentrado en reentrenar tu cerebro para el éxito.
Estas son seis acciones que puedes tener en cuenta para disminuir los episodios de freezing:
1- Entrena con un kinesiólogo especialista, te ayudará a identificar si tienes inconvenientes, y afrontarlos a través de programas de ejercicios con entrenamiento físico y desafíos cognitivos.
2- Usa el calzado apropiado, con la punta y el talón cerrados. Los zapatos que son fáciles de poner pueden resolver un problema, pero añaden otros. Si son grandes, demasiado pequeños, flojos o no aportan el soporte necesario, pueden provocar que tus pies se desplacen dentro, desestabilizándote. Esto, sumado a las alteraciones de equilibrio propias del Parkinson, puede disparar un episodio de freezing, sumado a la posibilidad de generar una caída.
3- Camina con intención. Caminar es automático, pero la falta de dopamina hace que debas concentrarte más en esta acción. Intenta probar estas estrategias:
-Elige un objetivo que alcanzar, por ejemplo el final del pasillo. Imagina cuántos pasos puede llevarte, comineza con un paso largo, y luego continúa contándolos en voz alta a medida que avanzas.
-Crea marcas en el piso en zonas de conflicto, por ejemplo con cinta en la entrada de un pasillo. Se convierte en una referencia visual para programar el paso, busca pisar más allá de la línea. Usar las marcas naturales del suelo, cono las uniones de las baldosas, cumple el mismo objetivo.
-Concéntrate. Evita realizar otras cosas mientras caminas que demanden tu atención, como hablar por teléfono, llevar cosas en la mano o caminar con mascotas. Limpia las zonas de circulación dentro de tu casa, como alfombras, cables, u otros obstáculos, aunque sean pequeños.
4- Mantén los pies separados, facilitará el traslado de peso de un pie al otro. Imagina que tienes una pequeña pelota entre los pies, y no debes pisarla al avanzar. Es un consejo a usar sobre todo al momento de girar o cambiar de dirección, cuando los pies suelen juntarse demasiado.
5- Mantén tu cabeza arriba. Párate derecho y mira hacia el horizonte, ¿sientes el peso distribuido uniformemente en los pies? Ahora mira hacia el suelo: ¿sientes que ahora hay mayor presión sobre la punta de los pies? El adelantamiento del peso aumenta las festinancias y congelamiento, por lo que mirar al frente y lo más erguido posible te ayudará a evitar el freezing y mantener el ritmo de la marcha.
6- Sacude tu estrés. La ansiedad hace al freezing más frecuente e intenso, lo que a la vez aumenta la ansiedad. Para cortar con ese círculo, antes de comenzar a caminar, sacude un poco tus manos, hombros, cuello… mantente lo más relajado posible y ¡avanza hacia tu destino!
Si ya has entrado en freezing, ¿Cómo salir?
Estas estrategias, llamadas “5S” por sus sílabas en inglés, te ayudarán a vencer el episodio de congelamiento.
1- Frenar (Stop)
2- Mantente erguido (Stand tall)
3- Sacúdete (Shake it off)
4- Transfiere tu peso de un lado a otro, sobre los pies (Shift your weight)
5- Dá un paso (Step).
Recuerda: ¡Aún hay muchas cosas que puedes hacer para mantenerte activo y disminuir tus dificultades!
No dejes tus actividades favoritas, y siempre busca asistencia profesional.
Unidad de Neurorehabilitación, Instituto Modelo de Neurología Lennox.