Un aneurisma es una dilatación en forma de globito de una arteria intracerebral. Las paredes de esa dilatación se ponen frágiles y se pueden romper ocasionando una hemorragia grave. Un porcentaje de aneurismas tienen signos de advertencia. El más frecuente es «dolor de cabeza como nunca en mi vida» y que suele persistir horas o 2 a 3 días. Es fundamental consultar ante la duda. Una advertencia puede prevenir un sangrado mayor que se repite entre 1 y 2 semanas posteriores. Actualmente, la mayoría de los aneurismas se pueden tratar por medios menos invasivos, por ejemplo con un cateterismo y colocando un «coil» que tapa el aneurisma e impide la ruptura. Otros necesitan cirugía. Los familiares directos de pacientes que han tenido aneurismas deben estudiarse aunque nunca hayan tenido síntomas. Detectar un aneurisma puede salvar una vida y evitar secuelas.
-Prof. Dr. Roberto Giobellina. Director médico y Jefe Unidad de Epilepsia, Instituto Modelo de Neurología Lennox.