2 mayo, 2017

Toxina Botulínica

Experiencia y crecimiento desde 1990.

Usos de la toxina botulínica en Neurología

La toxina botulínica fue aprobada para el uso en enfermedades neurológicas en 1990, constituyendo un gran avance en el manejo de pacientes con distonías (blefaroespasmo, espasmo hemifacial).

La toxina botulínica actúa a nivel de la unión neuromuscular produciendo relajación muscular. En los últimos años fue aprobada para patologías que se acompañan de dolor como migraña crónica y neuralgia del trigémino.

Es un tratamiento que ha revolucionado el tratamiento de algunas patologías neurológicas que se acompañan de exceso de contracción muscular, como las distonias focales, la espasticidad y el bruxismo. Se emplea además en cuadros acompañados de dolor como la migraña crónica y la distonía cervical.

Usos actuales

Distonias focales (espasmo hemifacial, blefaroespasmo)

Distonia cervical (tortícolis espasmódica)

Distonía laríngea

Distonia del escribiente (calambre del escribiente)

Espasticidad en miembros superiores e inferiores

Cefalea crónica diaria – Migraña crónica

Sialorrea (aumento de saliva) asociada a enfermedad de Parkinson

Neuralgia del trigémino